Los seres vivos que se encuentran geográficamente alejados unos de otros tienen menos caracteres en común que los que están más cerca. Si no hubiera habido evolución, la cercanía o lejanía de estos seres no influiría en sus características.
Con el tiempo suficiente, los grupos de organismos aislados geograficamente evolucionan de forma distinta y originan nuevas especies.
En islas situadas en medio del océano existen especies muy distintas a las del continente, y tanto más parecidas entre sí cuanto más próximas están entre ellas.
Los seres vivos de las islas cercanas a un continente y formadas recientemente son muy semejantes a los seres vivos del continente.
Algunos organismos que quedaron separados por océnos, han evolucionado de forma diferente, aunque mantienen ciertas semejanzas.
La distribución geográfica de ciertas especies solo puede explicarse considerando las teorías de la tectónica de placas y de la evolución.
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